martes, 29 de septiembre de 2009

Mi querida Filo

Hace unos días tuve mi primera clase de filosofía, (claro, empecé el bachillerato, y eso evoca cambios y clases nuevas, que no había hecho antes) y la verdad, tenía ganas de hacer una clase de esta asignatura. Más que ganas, curiosidad, o llamémosle X.
El profesor, nada más entrar, enchufó su portátil, junto con los demás aparatos electrónicos que tenemos en la clase; y me dije: "Qué moderno, oye!". Mi idea cambió radicalmente cuando se levantó y nos dijo que le llamáramos Señor Fernández, que que podría ser nuestro padre, y que no le tuteáramos. Es lo que tiene la filosofía, hay cosas que son y no son, y por lo tanto, son contrarias e imposibles.
Continuó impartiendo la clase y empezó una frase que me gustaba y que estaba bastante bien. Era más o menos así: "Sólo hay Un ser que puede tenerlo todo, que puede hacerlo todo y que puede saberlo todo; Uno.
Hasta ahí bien, y cerro la frase diciendo que era Dios. ¿Perdón? Salgo de un colegio de monjas, me meto en un público en el que se supone que NUNCA MÁS volvería a hacer religión y me viene este con Dios. Por favor, que ya somos mayores...
Aunque, ¿qué se puede esperar de una persona que "lee la biblia con frecuencia"?.
Esto de la filosofía, o es, o no es; y ahora me parece de todo menos curiosa.